Si presentas tos con expectoración (SECRECIONES) por más de 15 días o si conoces a alguien que los tenga, consulten a su médico, el evaluara y definirá si es necesario hacer exámenes específicos para su diagnostico

 

CONTENIDO ANEXO:

DEFINICIÓN

La tuberculosis es   una   enfermedad   infecciosa   crónica   causada   por   el   complejo
Mycobacterium tuberculosis , el cual puede afectar cualquier órgano o tejido, sin embargo, la forma  más común de la enfermedad es la Pulmonar, cuyo principal síntoma es
la presencia de tos con  expectoración mucoide o mucopurulenta por más de 15 días, denominándose a la persona  que  presente  esta  condición  como  sintomático  respiratorio;  esta  tos  puede  estar acompañada  por  otros    signos  y  síntomas  como  hemoptisis,    fiebre, sudoración  nocturna, malestar general, dolor torácico, astenia, anorexia y pérdida de peso (6).

AGENTE ETIOLÓGICO

Complejo  Mycobacterium tuberculosis.

MODO DE TRANSMISIÓN

A través de la inhalación de micro gotas suspendidas en el aire que contienen el bacilo, expulsadas por personas con tuberculosis pulmonar, o a través de las vías respiratorias por el esfuerzo espiratorio de toser, hablar, cantar o estornudar. La exposición cercana a un caso infeccioso de manera prolongada o repetida pude producir la infección de 15 a  20  personas  durante  un  año.  La  tuberculosis  extra pulmonar,  con  excepción  de  la  laríngea,  no  es  transmisible  salvo  en  aquellas  situaciones  esporádicas  en  las  que existe una fístula con secreción.

 

RESERVORIO

Principalmente los seres humanos; en raras ocasiones  los primates.

PERÍODO DE INCUBACIÓN

El  período  de  incubación  de  la tuberculosis es  indefinido y  depende  de  diversos factores, sin embargo, se ha estimado que de 2 a 10 semanas es el período promedio  desde el momento de la infección hasta que aparece una lesión primaria demostrable o  una reacción tuberculínica significativa; sin embargo, en algunos individuos la infección puede permanecer latente toda la vida. La probabilidad de desarrollar la tuberculosis puede variar ampliamente y tardar varios  años  después  de  la  infección.  Se  estima  que alrededor  del  10 %  de  los  infectados desarrollará  la  enfermedad  en  alguna  época  de  su  vida;  existen  factores  de riesgo como la edad, el estado nutricional e inmunológico, que contribuyen al desarrollo de la enfermedad.

De igual manera,  la  infección  por  el VIH  incrementa  notablemente  el riesgo y acorta el intervalo para que aparezca la tuberculosis manifiesta.

PERÍODO DE TRANSMISIÓN

Dura  mientras  la  persona  expulse  bacilos  tuberculosos  viables;  algunos  enfermos  no  tratados o tratados de manera inadecuada, pueden ser bacilíferos intermitentes durante años (6) El  grado  de  transmisibilidad  depende  del  número  de  bacilos  y  su  virulencia,  de  la calidad de la ventilación e iluminación natural que se tenga en el entorno del enfermo, de   las   medidas   de   higiene   respiratoria   que   se   mantengan.

La   quimioterapia antimicrobiana   eficaz   suele   eliminar  la   transmisibilidad   en   el   término de   pocas semanas, cuando menos en el entorno casero. Los niños con tuberculosis primaria por lo común no son infectantes.

FACTORES DE RIESGO

El riesgo de infección y el desarrollo posterior de la enfermedad dependen de factores asociados  con  el  bacilo  (viabilidad,  transmisibilidad  y  virulencia),  el  huésped  (estado inmune,  susceptibilidad  genética,  duración  e  intensidad  de  la  exposición)  y  de  la interacción bacilo-huésped (lugar de afectación, gravedad de la enfermedad).
Por lo tanto, se pueden señalar como factores de riesgo los siguientes Presencia de casos de tuberculosis pulmonar no diagnosticada o no tratada. Condiciones de hacinamiento. ·Desnutrición, inmunocompromiso de cualquier etiología (infección por VIH, uso de  medicamentos  inmunosupresores),  diabetes,  cáncer,  insuficiencia  renal
crónica, silicosis, alcoholismo y drogadicción.

FACTORES DE PROTECCIÓN

La vacuna BCG (bacilo de Calmette Guerin) confiere protección antes de la exposición a la infección y previene, sobre todo en el lactante y en niños menores, hasta en 80 % el  desarrollo  de  formas  graves  de  la  enfermedad  como  la  tuberculosis  meníngea  y  la miliar.